Aprovechando que ayer debía hacer un par de recados moviéndome a pie y que había dejado de llover, alargué el retorno a casa desviándome de la ruta habitual. Gracias a ello me encontré en una situación inesperada y ordinaria que me transportó muy lejos.
Rumiaba yo sobre mis quehaceres diarios y los dichosos aranceles de Donald Trump cuando de repente empecé a escuchar el sonido de una banda actuando. Ya que estaba tomándome la licencia de dejarme llevar durante unos minutos, un auténtico lujo en este mundo estresante e hiperproductivo de hoy en día, tomé el camino que llevaba hacia el lugar de donde venía la música característica de tambores y cornetas. Por cotillear más que nada. Comprobé que se trataba de un ensayo en plena calle y supuse que se trataba de una marcha típica de procesión de Semana Santa, lo cual me llevó a pensar en el tiempo.
¿Desde cuándo se tocan esas marchas en las procesiones? ¿Hasta cuándo se hará?
Las divagaciones me llevaron hacía el futuro y hacía la pena. ¿Cómo será el mundo en el año 10000? ¿Y en el año 20000? No sé cómo vivirán por entonces las personas, si serán más o menos felices, que tradiciones se perderán para siempre, si quedan muchos desastres por venir, si se descubrirán numerosas maravillas que cambiarán para bien el día a día de los humanos o si convertiremos el mundo en una mezcla de Matrix y Terminator gracias a la IA y al progreso descontrolado. ¿Cómo será el futuro? Bueno o malo no estaré para verlo y eso me apenó. Me lo voy a perder seguro.
Irremediablemente enlacé mi triste viaje en el tiempo con la NBA.
¿Existirá la NBA por entonces? ¿La NBA tiene fecha de caducidad? ¿Se seguirá especulando con el eterno regreso de los Supersonics? ¿Tendrá sentido hablar de estadísticas históricas después de miles de años de competición? ¿Los récords se organizarán por siglos? ¿Dentro de ocho mil años alguien mencionará a Curry o LeBron y se verán resúmenes de sus carreras?
Sé que puede parecer absurdo y seguramente lo es. No tiene sentido hablar de la NBA a ocho mil o dieciocho mil años vista (!), pero me resultó curioso pensar en estos términos que escapan a nuestro entendimiento ya que solemos vivir menos de un siglo. Imagino que a lo largo de milenios las tendencias de varias décadas podrán revertirse, pero mientras tanto hay cosas que en la NBA siguen casi siempre igual para desgracia de aficionados de equipos como Kings, Suns o 76ers que tampoco tendrán, como yo, ocasión de ver el año 10000.
Sacramento
¿Los Kings serán respetables algún día?