Algo breve sobre el 'tanking'
Sobre los cambios que fueron insuficientes y la esperanza que nos dan los protagonistas inesperados.
Recuerdo cuando la NBA introdujo cambios de importancia respecto a las posibilidades de obtener el número 1 del Draft. Fue en 2017 con vistas a ponerlo en marcha en 2019.
Adam Silver se empeñó en dar una vuelta al sistema y lo consiguió por mayoría absoluta. Solo los Thunder, sabiendo en ese momento que pronto les llegaría otra era en la que deberían construir un candidato basándose en el Draft como hicieron una década antes con Durant, Westbrook y Harden, votaron en contra.
Desde que se puso en marcha esta modificación los tres peores equipos de cada temporada obtienen las mismas opciones para la lotería, en contraste con el sistema anterior, en el que el peor conjunto era quien más papeletas tenía para ello (25% antes por un 14% ahora). Aquella lotería de 2019, novedosa, sirvió para que ninguna de las tres peores franquicias obtuviese el número 1 del Draft… y de paso saliesen ganando, porque el premio era Zion y ya vemos en lo que se ha convertido Williamson: un ¿quiero? y no puedo.
La cosa es que a nivel global, casi ocho años después de haber aprobado un cambio de tal calibre, seguimos prácticamente igual. Tampoco la llegada del play-in, celebrada por tantos entre los que me incluyo, ha servido de mucho. El tanking, perder adrede de forma descarada, no se ha erradicado en la NBA y esto ya me recuerda a los debates para mejorar el All-Star: no parece haber solución posible para ello.
Hace unos días escribía sobre cómo los Raptors estaban desafiando el sentido común al ganar más partidos de los que debían. Al ser un equipo en tierra de nadie lo que se supone que les conviene es perder para así incrementar posibilidades de cara a la lotería de mayo para ver si así logran firmar a alguna futura estrella, pero no deja de ser triste que en el deporte profesional sea objetivamente mejor perder que ganar.
Es algo que desvirtua todo lo que representa la competición.
Es algo a lo que nos hemos acostumbrado porque no queda otra.
Las opciones de cara a ganar la lotería, del peor equipo al peor, son las siguientes:
14,0%
14,0%
14,0%
12,5%
10,5%
9,0 %
7,5%
6%
4,5%
3,0%
2%
1,5%
1%
0,5%
Si ves que tu temporada está perdida y vas el séptimo peor, ¿no es mejor tratar de perder algún partido más y pasar del 7,5% de posibilidades al 12,5%?
Es una pena y a su vez es comprensible ver que año tras año los equipos sientan a jugadores por supuestas lesiones o descansos recomendados. Se podría decir que ahora mismo casi un tercio de la NBA está en modo tanking. A saber: Jazz, Pelicans, Spurs (más lo de Dallas, que solo Dios sabrá lo que allí planifican las cabezas pensantes) en el Oeste; Wizards, Hornets, Nets, 76ers y Raptors en el Este. Son equipos que ya no luchan por nada. Algunos por mala suerte con las lesiones; otros porque estaba decidido desde octubre que debía ser así.
No visualizo muchas alternativas. Volver al sistema de antes queda descartado. Ya se vio durante décadas que no funcionó y hubo franquicias que lo llevaron al extremo, como los 76ers del The Process. Alterar la regla para que todos los que queden fuera de playoffs tengan prácticamente las mismas posibilidades sería un error colosal. Equipos que este año pueden pelear por mejorar en el play-in como Chicago, Miami, Sacramento o Phoenix se dejarían llevar a cambio de poder optar a Cooper Flagg. Más de media NBA jugaría a perder durante los últimos meses de la temporada. No tengo pruebas, tampoco dudas.
¿Entonces?