¿Cómo han llegado los Bucks hasta aquí tras cometer varios errores?
¡Hola! Hoy comienzan los playoffs y Aitor pone el foco en uno de los grandes candidatos al anillo, Milwaukee.
Un dato sobre los Bucks
Ben Thompson, un famoso escritor sobre tecnología con una publicación de pago (¡anda, como nosotros!), escribió un tuit revelador hace un par de días. Las posiciones en el Draft en el que han sido elegidos los jugadores de la actual plantilla de los Bucks:
Giannis, 15º
Middleton, 39º
Bledsoe, 18º
Lopez, 10º
Brogdon, 36º
Brown, 46º
Hill, 26º
Wilson, 17º
Ilysova, 36º
Mirotic, 23º
Connaughton, 41º
Snell, 20º
(Se dejó fuera a Pau Gasol (3º) por omisión deliberada —no ha participado apenas con el equipo— o por error).
El más adelantado en décima posición. El líder del equipo y candidato al MVP en décimoquinta. El más tardío, una segunda ronda que se fue hasta el puesto 46.
Milwaukee ha rendido mucho mejor este año que otras franquicias con varias elecciones en la lotería del Draft en los últimos años como 76ers, Lakers, Kings o Timberwolves.
¿Los Bucks han llegado a las 60 victorias esta temporada por casualidad o por acierto? Según va a contar Aitor en las siguientes líneas hay un poco de todo.
De colista a líder en cinco años: historia de una reconstrucción
Por Aitor Darias.
Vivimos una época en la que el término “reconstrucción” es trending topic en la NBA. Habitualmente, se asocia de forma peyorativa al famoso tanking, quizás el mayor problema de la liga ahora mismo, pero, como se empeñan en demostrar franquicias como los Clippers, reconstruir no es siempre sinónimo de dejar de competir, por lo menos no durante mucho tiempo. En la historia que os traemos hoy, hablaremos de un equipo que ha pasado del pozo a la élite de la competición en solo cinco años a base de decisiones arriesgadas que salieron bien, trabajo bien hecho, y, como veremos, algo de buena suerte.
Hablamos de los Milwaukee Bucks, flamante líder de la fase regular que allá por 2014 fue capaz de empeorar a unos 76ers en pleno The Process. No obstante, lejos de acomodarse en la zona baja de la tabla y en la zona alta del Draft, los de Wisconsin fueron dando pasos más grandes o más pequeños hasta ser lo que son hoy.
Raíces asentadas en el pozo
Todo arrancó en el verano de 2013, momento en que se disolvió el proyecto encabezado por la dupla que formaban Brandon Jennings y Monta Ellis. Tras un mediocre paso por los playoffs (4-0 ante los Heat del segundo anillo), la plantilla se descompuso por completo, y la directiva conformó a base de migajas un equipo en el que Brandon Knight y O.J. Mayo eran los nombres más reconocibles. El resultado: un balance de 15-67 que convierte a aquellos en los peores Bucks de la historia. No obstante, en aquella plantilla estaban ya, aunque nadie lo habría previsto entonces, dos de los pilares básicos del proyecto actual.
El primero de ellos llegó al equipo el 27 de junio de 2013, día en que se celebró un Draft para el que Milwaukee, tras acabar octavo del Este, contaba con un poco ilusionantepick número 15. Sin embargo, a medida que las rondas pasaban, un joven jugador griego con poca experiencia a sus espaldas pero con un físico más que prometedor seguía sin ser elegido, pues nadie parecía atreverse a arriesgar con alguien con tan poco bagaje. Y así, los Bucks se hicieron con Giannis Antetokounmpo.
No deja de resultar curioso que, en el que hoy recordamos como uno de los drafts más flojos de la década, un jugador llamado a cambiar la NBA cayese tan abajo. Era una decisión de riesgo que salió mejor de lo previsto, pero, vista hoy, la lista de hombres que fueron elegidos antes que él provocaría el llanto de más de un general manager: Anthony Bennet, Cody Zeller, Alex Len, Ben McLemore, Kentavious Caldwell-Pope, Michael Carter-Williams, Kelly Olynik, Shabazz Muhammad…
La segunda piedra angular del proyecto llegó también de rebote. En el sign and trade que acabó con Brandon Jennings en Detroit y Brandon Knight en Milwaukee, los ciervos lograron que los de Michigan incluyeran a otro jugador en el traspaso, un sophomore elegido en el puesto 39 del Draft de 2012 con solo 27 partidos a sus espaldas en la NBA. Si vieron algo que nadie más vio en él o si simplemente quisieron cuadrar salarios lo saben pocos, pero así fue cómo los Bucks se hicieron con Khris Middleton.
Sorprende que los dos jugadores en torno a los que ha girado este proceso llegasen al equipo de manera tan casual. De hecho, como no tardaremos en ver, a la franquicia no le han salido bien las grandes apuestas, pues su mejor pick del Draft y su gran fichaje de la agencia libre no fueron precisamente un éxito.
A trompicones
El último puesto en la temporada 13/14 se saldó con un pick 2 en el Draft de dicho año, sobre el cual había unas expectativas muy altas, especialmente sobre dos hombres: Andrew Wiggins y Jabari Parker. He querido poner esta frase así para que la ironía dramática y la perspectiva hagan de las suyas cuando la leáis.
Dado que los Cavaliers, que en aquella época parecían ser pick 1 casi por decreto, se hicieron con Wiggins, Jabari fue a parar al Bradley Center con el objetivo de convertirse en el jugador que haría salir a los Bucks del pozo. Su impacto sobre el proyecto fue inmediato, pues Milwaukee arrancó la temporada metido de lleno en la pelea por los playoffs, pero el 15 de diciembre llegaría el día de su fatídica lesión en el ligamento cruzado anterior. No tardaron en surgir dudas acerca de las consecuencias que tendría esto en la sorprendente campaña del equipo, pero la pregunta se respondió rápido por sí sola: ninguna.
El equipo entrenado por Kidd mantuvo el ritmo hasta acabar en un meritorio sexto puesto, y, pese a caer en primera ronda de playoffs ante los Bulls, comenzaba a ilusionar otra vez. Ese verano, con el fin de asentarse definitivamente en la zona noble de la conferencia, se hicieron con Greg Monroe, un agente libre muy codiciado que llegaba para reforzar la posición más débil del equipo y, sumado al esperado regreso de Jabari, ayudar a dar el salto de calidad definitivo. ¿Fue así? Para nada.
Tras el éxito del curso 14/15, el 15/16 se saldó con una decepción considerable. Ni Monroe fue (ni estuvo cerca de ser) el pívot dominante que esperaban ni Parker volvió al nivel estelar que algunos imaginaban, y los Bucks no llegaron ni siquiera a pelear por una plaza en playoffs. Un triste balance de 33-49, ocho victorias menos que el curso anterior, fue todo lo que aquel prometedor equipo pudo lograr.
Lo peor fue que, transcurridos varios meses, la temporada 16/17 no apuntaba mucho mejor. A mediados de febrero Milwaukee sumaba 22 victorias, cuatro menos que Chicago, octavo clasificado, y lo que menos de dos años antes era uno de los equipos más prometedores del campeonato parecía ya un proyecto estancado.
Ruptura con Jabari
Sin embargo, el 8 de febrero de 2017 tuvo lugar una noticia engañosa. Jabari Parker, que promediaba más de 20 puntos por partido, sufrió su segunda lesión en el ligamento cruzado, lo que parecía poner fin a la temporada de los Bucks, pero, como ocurrió en 2015, las consecuencias fueron de lo más inesperadas. Es más, el equipo no solo no empeoró tras dicha pérdida, sino que dio un salto de calidad notable.
Los de Wisconsin firmaron un balance de 20-10 sin el ala-pívot, lo que les convirtió en el tercer mejor equipo de la NBA en su ausencia. Esto les permitió escalar hasta el sexto puesto para verse las caras en playoffs con los Raptors, ante quienes caerían por 4-2 en una serie en la que plantaron cara de principio a fin y que se decidió en pequeños detalles. Además, esa temporada Antetokounmpo explotó definitivamente y fue elegido como Jugador Más Mejorado, lo que, sumado a su notable incompatibilidad con Jabari en pista, indicó a la franquicia cuál era el camino a tomar.
Aun así, durante la temporada 17/18 los Bucks ofrecieron a Parker una extensión de 54 millones en tres años, cifra que ya en aquel momento parecía muy por encima de su valor en la Liga, pero el jugador decidió rechazarla. Pese a que su rendimiento tras la lesión no fue demasiado notable, la franquicia quiso darle una oportunidad, pero su rechazo permitió liberar un espacio al que pronto darían uso a la perfección.
Dicha temporada llegó también el punto y final a la carrera de Greg Monroe en Milwaukee, a quien lograron mandar a los Suns aprovechándose de la insostenible situación de Eric Bledsoe en Phoenix. El base, no obstante, no tuvo tampoco el impacto esperado, y sufrió para encajar en el esquema de un equipo poco definido y que fue dando bandazos hasta llegar a playoffs casi por inercia y falta de competencia. En ellos, pelearon contra unos Celtics muy mermados, pero se hizo aún más evidente la necesidad de un giro de timón tras caer 4-3 en primera ronda.
La explosión
Y en el verano de 2018, ese cambio llegó. Los de Wisconsin dieron a Mike Budenholzer las llaves del equipo, y trazaron junto a él un plan de juego claro y adaptado perfectamente a las características del roster. La agencia libre sirvió para traer al equipo a complementos como Brook López, Ilyasova o Pat Connaughton, que se han ido acoplando al esquema y han acabado aportando mucho más de lo esperado, permitiendo al técnico sacar todo el potencial de una plantilla que iba sobrada de él. Con su trabajo, Budenholzer ha convertido a Antetokounmpo en firme candidato al MVP, a Middleton en All-Star, a Bledsoe en uno de los bases más completos de la competición, y a Milwaukee en líder de la temporada regular.
Con un balance final de 60-22, los de 2019 son los mejores Bucks en temporada regular desde 1981, y llegan pletóricos a los playoffs más ilusionantes que se recuerdan en la franquicia en muchos años. Será en ellos donde se verá si el proceso ha finalizado con éxito o si todavía hay margen de crecimiento.
¡Hoy comienzan los playoffs! Este es el menú para hoy (horario peninsular español):
Philadelphia – Brooklyn, 20:30
Toronto – Orlando, 23:00
Golden State – L.A. Clippers, 02:00
Denver – San Antonio, 4:30
Pasa buen sábado :)