El Mundial y la desconfianza de Durant
Un Mundial que sirve para acceder a los JJOO y un jugador que va con pies de plomo.
El futuro de las competiciones mundiales
Elio Martínez.
Así no. El Mundial de baloncesto no puede ser una competición de la que se borren decenas de los mejores jugadores del mundo. Pero qué les pedimos a ellos si luego, nosotros, los aficionados, los medios, somos los primeros que damos la espalda a este torneo, minusvalorándolo y restándole importancia.
Los partidos de clasificación a los que van jugadores que luego no asistirán al campeonato ni se ven. Los de la fase de grupos contra equipos exóticos ni caso. ¿Enviados especiales de los medios al Mundial? Se cuentan con los dedos de la mano en muchos países. Ahí está el ejemplo de Mediaset, emitiendo la Copa del Mundo en España y poniendo a su narrador y comentaristas en un locutorio de Madrid en lugar de enviarles a China.
Todo lo anterior resta prestigio y hace que este torneo se convierta para el aficionado en un extraño divertimento que no se sabe cuándo, dónde y cómo ocurre hasta que ya se han jugado unos cuantos partidos. El Mundial, para muchos, se toma como si fuese una fase de clasificación para acceder a los Juegos Olímpicos y más a partir de este año ya que la FIBA movió el calendario para que se celebrase un año antes que los Juegos… Y la idea de que grandes estrellas que aspiran a jugar las Finales NBA de 2020 se embarquen en un periodo de baloncesto non stop entre finales de julio de 2019 (campus para el Mundial, Mundial, 15 días de descanso y pretemporada NBA) y principios de agosto de 2020 (final de los JJOO) con una regular season y playoffs NBA de por medio es una locura.
Esto no puede ser. El baloncesto no puede pretender que convivan dos torneos mundiales a la vez y que se trate, desde FIBA, de dar mayor importancia al Mundial mientras jugadores y aficionados le dan más valor a una medalla olímpica de cualquier color.
Y recuerdo que no solo ha sido Estados Unidos la selección de las grandes ausencias. Hay muchos equipos que no han podido llevar a los doce mejores porque los doce mejores no estaban disponibles. Sin ir más lejos España echa de menos a Sergio Rodriguez, Serge Ibaka o Nikola Mirotic.
En fin, que sería bueno que la FIBA diese un volantazo definitivo y apostase por una cosa u otra. Los próximos Juegos Olímpicos de Tokio habrán terminado dentro de once meses y allí podremos ver cómo se reparten tres medallas en un competición de baloncesto de 3 contra 3 con el supuesto mismo valor que las que ganen los tres países de los torneos masculino y femenino de 5 contra 5 de toda la vida.
Si para dar mayor importancia a la Copa del Mundo Tokio ha de ser la última ciudad que albergue unos Juegos Olímpicos con torneos de baloncesto de 5 contra 5, que sea así. No es que me atraiga la idea mucho, pero no se puede tener todo y esta dualidad debilita al baloncesto frente al fútbol, el cual tiene mucho mejor resuelto este tema desde tiempos inmemoriales.
Qué complicado es ser Kevin Durant
Elio Martínez.
En poco más de un mes Kevin Durant ha dado dos entrevistas bastante personales. Primero a Yahoo Sports y después al Wall Street Journal. Raro en él teniendo en cuenta que tiene alergia a los medios de comunicación y que es bastante celoso con su vida privada.
Lejos del titular llamativo —“A veces odio la NBA”—, lo más interesante que ha contado Durant se refiere a sus cambios de equipo.
La exculpación definitiva
Lo primero que hay que hacer notar es que su grave lesión no tuvo nada que ver con el salto de Oakland a Brooklyn. Hace un mes que lo sabemos, pero teniendo en cuenta que se publicó en agosto y que agosto es ese mes en el que muchos desconectan de la actualidad, hay que recordarlo ahora. Durant exime de culpa a Golden State por haber sufrido una rotura en su tendón de Aquiles:
“Claro que no. ¿Cómo se puede culpar a los Warriors? Por supuesto que no. Oí decir que los Warriors me estaban presionando para volver. Nadie me dijo una palabra mientras estaba en rehabilitación. Solo estábamos Rick (Celebrini, el jefe del departamento de medicina y rendimiento de Golden State) trabajando día a día. Cuando empezó la serie me puse como objetivo el Game 5. Para nada. Simplemente ocurrió. Es baloncesto. La mierda sucede. Nadie fue responsable de esto. Solo fue el partido. Necesitamos dejar atrás toda esta mierda porque voy a volver a jugar”.
“Me sentía muy bien llegado ese momento. Estaba entrenando a diario. Estaba volviendo a ser yo mismo y haciendo dos sesiones al día. Estaba concentrado y tratando de volver. Realmente quería jugar en esa eliminatoria”.
Entonces, ¿por qué se fue Durant de los Warriors y eligió Brooklyn? En agosto, tras recordar que su discusión con Green no tuvo nada que ver, comentó lo siguiente:
“Porque quise. El baloncesto era atractivo”
¿Más que el de Golden State? (Inserte emoji pensador aquí). Durant tomó la decisión la mañana del 30 de junio y no antes (según él), pese a que se venía repitiendo desde hacía casi un año que se marcharía sí o sí de Oakland.
“Nunca quise faltar al respeto a la competición centrándome en mi futuro. Siempre se trató de ese día, pensarlo ese día y en lo que era más importante ese día. Y durante la temporada el baloncesto es la prioridad número uno. Profundicé mucho en el juego. Trabajé lo más duro que pude y me centré en ser el mejor jugador posible cada día. En concreto en los entrenamientos, es algo que disfruté mucho”
“Si me iba de los Warriors era por marcharme a los Nets. Tenían las piezas necesarias y una directiva creativa. Me gusta lo que están construyendo”.
¿Qué es lo que ha dicho en septiembre? Ha vuelto a insistir en que lo de Green no tuvo nada que ver (“No significó nada, absolutamente nada”) y que sigue estando a una “llamada de distancia” de sus antiguos compañeros, pero, tachán, es en el núcleo original de los Warriors y toda la narrativa que existe a su alrededor donde Durant se sincera y deja entrever las razones de su salida.
“Llegué con la idea de formar parte de un grupo, queriendo ser de la familia y me sentí aceptado. Pero nunca seré uno de ellos. No me draftearon allí. Steph Curry fue drafteado allí. Andre Iguodala ganó las primeras Finales, el primer campeonato. Klay Thompson, drafteado allí. Draymond Green, drafteado allí… Según fue pasando el tiempo me di cuenta que era diferente al resto. No es algo malo. Solo son mis circunstancias y cómo llegue a la liga. Y, además, los medios siempre lo pintaron como KD y los Warriors. Así que era como que nadie me aceptaba al completo allí”.
Bingo. No hay que darle más vueltas. Durant se vio en los Warriors como muchos le veíamos y le dibujábamos, un añadido al núcleo original del equipo campeón de 2015 y el 73-9 de 2016. No es nada malo, pero a todas luces era insuficiente para un Durant que necesita sentirse amado y arropado de forma constante.
Esto escribimos aquí el 1 de julio:
“Lo que se había ido transmitiendo y sintiendo a lo largo de la campaña era cierto: Kevin Durant estaba fuera de los Warriors, decidido a poner rumbo a New York. Hartazgo por sus problemas con Green. Hartazgo por leer, ver y escuchar que los Warriors eran el equipo de Curry pese a ser dos veces MVP de las Finales. Hartazgo por ganar sin sentirse querido”.
El detalle de que Durant no haya vuelto a la Bahía ni a dar una última vuelta por su casa para recoger sus efectos personales es definitivo.
Y todo este viene también provocado por lo que le tocó vivir desde que dejó los Thunder en 2016. Aquel episodio no lo ha superado (antes de juzgarle deberíamos ponernos en su piel) y parece que ha influido en su carácter para toda la vida. De hecho deja una sensación de resentimiento tremendo contra Oklahoma City.
“La gente venía a mi casa a pintar con spray y en todas las señales de alrededor del barrio. La gente hizo vídeos enfrente de mi casa quemando camisetas y llamándome de todo”.
Aquello dolió, pero aún más lo que vino después:
“Una atmósfera tóxica tremenda cuando volví al pabellón una vez que me uní a los Warriors. ¿Y en la franquicia los entrenadores, preparadores, utilleros, toda esa gente está molesta conmigo? ¿Y no me hablan? Y yo pensando, ‘¿Hasta este punto vamos a llegar? ¿Porque dejé al equipo y me fui a jugar con otro equipo?’”
“Jamás volveré a estar unido a esa ciudad por todo ello. Hubo momentos en los que quería volver a esa ciudad para ser parte de su comunidad y la franquicia, pero ya no confío en nadie allí. Todo en cuanto a su comportamiento hubo de ser falso. La franquicia, el general manager, desde que me fui no he hablado con nadie de toda esa gente, ni siquiera un saludo cordial con ellos”.
Así que Durant ya va con pies de plomo por dónde pisa. No confía en casi nadie, y menos en dirigentes deportivos, cuerpo técnico y aficionados de los equipos NBA.
Dos cosas más
Mañana tendremos un nuevo Extra. Y tenemos otra edición de Verano NBA en breve, pero no sabemos si programar contenidos en domingo o la siguiente semana. Tengo la sensación de que vosotros, suscriptores y casi amigos, preferís leer entre semana en lugar de publicar en domingo, así que lo dejaremos para el lunes o martes a no ser que en los comentarios o las respuestas a este email mostréis una gran preferencia por recibir algún Extra que otro en domingo. Espero vuestra opinión.
Ah, que no se me olvide. Nike nos ha mandado unas zapatillas, unas Nike Greek Freak 1. La mala noticia es que solo las tenemos en una talla, pero la buena es que las vamos a sortear aquí la próxima semana.
¡Buen jueves!
La info NBA no descansa ningún día del año. Por mi parte me es indiferente los días en los que haya Extra, los suelo leer siempre, por suerte, el propio día. Ahora bien, que ningún redactor pierda sueño o tiempo de finde por ello: si cae en domingo que sea algo pre-programado, no teniendo por qué ser un artículo de rabiosa actualidad. A seguir así, un saludo!
Gracias Elio!! Me gusta el análisis que has hecho sobre el Mundial, a mi parecer tienes toda la razón.
He pasado todo el verano de viaje, sin mucho internet , y de las primeras cosas que hacía cuando conseguía una wifi era ver si habías publicado algo, con esto quiero decir que para una persona tan aficionada como yo a la NBA le es indiferente el día que publiques , cuando lo haces es un regalo.
Gracias