Elio Martínez.
A la espera de saber cuál es la decisión de Kawhi Leonard, cada vez más gente se enfada con Kawhi Leonard.
Que decida ya, que por tardar tanto va a dejar tirados a los dos equipos que no elija.
Y mientras esperamos, no se sabe nada. Nada. Kawhi y su reducido entorno cercano han exigido que las conversaciones que está manteniendo con los tres equipos interesados en sus servicios —Raptors, Clippers, Lakers— sean privadas y no un espectáculo de filtraciones del estilo Lakers-Pelicans de febrero.
Y como no se sabe nada y los demás agentes libres potentes ya han dejado de ser agentes y libres, todo el foco recae en Kawhi. Pero hay que recordar que Kawhi no está tardando. De hecho si supiésemos hoy 3 de julio su destino sería pronto para lo ocurrido otros años. En 2010 LeBron James anunció The Decision el 8 de julio. En 2014 comunicó su vuelta a Cleveland el 11 de de julio. En 2016 Kevin Durant se decantó por los Warriors el 4 de julio.
Pero este verano la locura se ha adueñado de general managers, representantes y jugadores. Antes siquiera de que fuese julio en Estados Unidos, ya había cinco decenas de contratos apalabrados mientras Kawhi ni había comenzado su ronda de contactos en persona. Son otros los que han corrido demasiado. Mucho.
El anterior general manager de los Hawks, Chris Wilcox, ha dicho que se ha quedado sorprendido por la forma de actuar de los jugadores de este año. Ha explicado que en años anteriores se preparaban a conciencia las reuniones: lo que se iba a hablar en ellas, las personas que se iban a sentar a la mesa, los términos del acuerdo a ofrecer… Cada jugador importante mantenía esas reuniones que se espaciaban en el tiempo durante varios días, a veces incluso repitiendo reunión para aclarar conceptos. Posteriormente venía el periodo de reflexión y más tarde, la decisión.
En 2019 Durant e Irving se han juntado en el equipo que les ha parecido más interesante decidiéndolo de antemano, Butler tenía clarísimo que prefería Miami, lo de Kemba Walker a Boston se sabía dos días antes…
Y así ocurrió. Cascada de fichajes sin apenas pensar aunque hubiera cambio de planes. Nadie quería quedarse sin parte de esos cientos de millones que se reparten de forma alegre en las primeras horas de cada agencia libre. Un ejemplo perfecto fue el de Ricky Rubio. Su llegada a Indiana estaba cantada y filtrada hasta la saciedad, pero los Pacers vieron que se abría otra posibilidad y Ricky, en unos minutos, cambió Indianápolis por Phoenix. En el pasado este proceso hubiese durado días. En 2019, minutos.
Habrá otra ronda de contrataciones cuando Leonard apriete las manos de un general manager porque el poco espacio salarial disponible que queda, sobre todo en manos de Clippers, Lakers, Mavericks y Knicks, habrá que llenarlo y los más rápidos seguramente pesquen mejor.
Un récord
Precisamente por lo anterior en nbamaniacs.com batimos récord de audiencia el lunes. Casi 100.000 sesiones y más de 800.000 páginas vistas. Son unos números con los que no podíamos ni soñar hace algunos años. Si os soy sincero estos datos me alegran, mucho, pero también me dejan un regusto amargo. El día que menos tiempo tenemos para darle cariño a nuestros textos —imposible dar a basto con ese volumen de acuerdos—, es el día que más personas entran a nuestro medio.
Ocurrirá en el futuro que el día que más calidad haya publicada a lo largo de 24 horas no tendremos ni la mitad de audiencia. Pero es lo que quiere la masa y por eso existe Extra nbamaniacs, para que podamos escribir también para lectores que buscan algo más, no solo fichajes y rumores.
El vuelo de D’Angelo Russell
La típica anécdota. D’Angelo Russell publicó en su cuenta de Instagram un vídeo en el que se le veía a bordo de un helicóptero de los Timberwolves que sobrevolaba Los Ángeles.
Las mofas en redes sociales no se hicieron esperar cuando se supo que D’Angelo era nuevo jugador de los Warriors. ¿Los Wolves trataron de convencer a Russell dándole un paseo en helicóptero para que vea lo bonito de la costa californiana en comparación con los eternos inviernos de Minnesota? Bien hecho, máquinas.
Pero hay una explicación sencilla. El helicóptero lo había dispuesto la franquicia de Minneapolis para transportarle al lugar de reunión donde querían explicarle las ventajas de unirse al proyecto. Era un simple medio de transporte, no un elemento para ayudar a convencerle.
¿Qué equipo será Golden State?
Perder a Kevin Durant y Andre Iguodala más la grave lesión de Klay Thompson ha hecho que muchos entremos en la corriente de que los Warriors serán un equipo que luchará por entrar a playoffs en 2020.
Pero con un poquito de reflexión cabe pensar de otro modo.
Klay fue operado ayer y estará de vuelta a finales de enero a más tardar según explicó su representante. D’Angelo Russell puede anotar más de 20 puntos por partido y será el cuarto jugador en importancia a partir del retorno de Klay. Stephen Curry ganó dos MVP seguidos los dos últimos años que jugó sin Kevin Durant a su lado. Kevon Looney está de regreso y aumentará su rol. Willie Cauley-Stein puede resultar interesante…
Todo ello sin saber qué pasará de aquí a febrero, meses en los que Russell o Green pueden salir traspasados a cambio de piezas de importancia. O no.
En cualquier caso los Warriors, a partir del cambio de año, deberían ser un equipo muy peligroso que pueda llegar a su cenit una vez que arranquen los playoffs. Unos Lakers con LeBron, Davis y Leonard probablemente serían superiores —si es que llegan a jugar con la misma camiseta—, pero pocos conjuntos del Oeste querrán cruzarse por el camino de Golden State.
Las palabras de Jordan a Kemba
En el Este aún no podemos saber cuál será la terna de candidatos. Boston tratará de meterse entre ellos si el equipo funciona tras un año en el que no lo ha hecho de manera consistente. Para ello será vital la aportación de Enes Kanter en sustitución de Al Horford, pero aún más decisiva resultará el desempeño de Kemba Walker dirigiendo el ataque.
Walker ha publicado una carta despidiéndose de Charlotte agradeciendo todo lo que la franquicia ha hecho por él. Textualmente Walker dice que debe todo a Charlotte. “Todo”. Y cuenta que, tras ser elegido en el noveno puesto del Draft 2011 pese a que había dudas sobre su adaptación en la NBA, hubo una conversación que le cambio la vida.
“Tras ser elegido en el puesto 9 tuve una sincera conversación con el propietario del equipo. Pero no un propietario cualquiera. Michael Jordan. Me llamó… Por supuesto reconocí su voz al instante. (Recuerdo pensar en ese momento, ‘cielos, es MIKE’). Y muy calmado, tranquilo, me dijo: ‘Kemba, creemos en ti. Quiero que lo sepas. Creemos en ti y esperamos grandes cosas de ti’”.
“Para algunos esto probablemente suene como la típica vieja charla motivacional. Pero lo que debéis entender es: es MIKE. ¡Es Air Jordan! Es el más grande, punto. Y tienes al más grande no solo eligiéndote en el Draft con ese puesto tan alto, ¿también diciéndote que espera grandeza por tu parte?”
“Tío, no exagero cuando digo que esas palabras de MJ cambiaron mi vida”.
Cousins, sin equipo y sin mercado
Al menos eso es lo que dice Adrian Wojnarowski, que no hay mercado para DeMarcus Cousins. Si aún no ha encontrado la gran oferta que buscaba de un año entre 10 y 20 millones de dólares, parece que ya no lo va a encontrar salvo la típica apuesta de ¿Lakers? o ¿Clippers? en caso de que no fichen a Leonard y quieran arriesgar a ver qué sale. Pero tal vez eso sea una fantasía.
Los dólares disponibles se agotan y ahora mismo Cousins incluso podría tener problemas para encontrar algo similar a los 5,3 millones que le han pagado los Warriors por el curso anterior. Cousins estaba destinado a firmar un contrato de 150 o 200 millones de dólares y ahora se ve en estas. No tan mal como Isaiah Thomas, pero casi.
A eso debemos añadir que la situación para los pívots es más compleja que nunca. La NBA cada vez es más aposicional e incluso se da el caso que hay eliminatorias de playoffs en las que los pívots titulares es mejor que no jueguen muchos minutos por los desequilibrios negativos que causan.
En 2016 se perdió la cabeza con muchos fichajes y los pívots no fueron una excepción. Entre Mozgov, Biyombo, Mahinmi y Plumlee, por nombrar a algunos, se repartieron más de 250 millones de dólares. Este es el mercado que hay para los pívots tres años después:
Vucevic: 4 años, 100 millones.
Horford: 4 años, 97 millones.
Lopez (Brook): 4 años, 52 millones.
Looney: 3 años, 15 millones.
Valanciunas: 3 años, 45 millones.
Dedmon: 3 años, 41 millones.
Jordan: 4 años, 40 millones.
Bryant: 3 años, 25 millones.
Theis: 2 años, 10 millones.
Kanter: 2 años, 9,7 millones.
Lopez (Robin): 2 años, 9,7 millones.
Cauley-Stein: 1 año, mínimo.
McGee.
Zubac.
Marjanovic.
Noah.
Chandler.
Nene.
Gasol (Pau).
Cousins.
De la lista anterior, omitiendo a los dos primeros, el resto suman unos 245 millones de dólares. Poco menos de la cantidad que se dio a, repito, Mozgov, Biyombo, Mahinmi y Plumlee hace tres veranos. Así que Cousins se ve así, sin mercado, aspirando a poco y añorando un tiempo pasado que fue mejor para los que juegan en su posición.
¡Buen miércoles! (Y que Leonard decida cuando quiera).
Que duro la comparativa de los pívots. Durísimo.
Muy de acuerdo en todo, menos en lo de que Leonard decida cuando quiera. Que decida ya y que empiece el efecto dominó.