La grandeza es hacer un 61-10-10 semanas después de un 30-20-20. Ese 61-10-10, el triple-doble con más puntos de la historia superando los de 60 puntos que habían conseguido Doncic y Harden en el pasado, llega tras jugar casi 53 minutos de partido y apenas tirar 29 veces (50 lanzamientos hizo Kobe en su último encuentro). Perdiste, pero eres grande. Jokic.
La grandeza es meter 12 triples en un partido para un total de 52 puntos, 10 rebotes, 8 asistencias y 5 robos, tu vigesimoséptimo partido de más de diez triples cuando nadie más ha llegado siquiera a diez encuentros así. Todo eso para superar a Jerry West en la lista de anotadores históricos, aupar a tu equipo al quinto puesto en el Oeste y darle una ventaja casi definitiva sobre Memphis pese a que ya has cumplido los 37 años, has ganado anillos, MVPs y medallas olímpicas. Curry.
La grandeza es tener 40 años y estar en el Top-5 en la carrera del MVP. No lo vas a ganar, pero una temporada así siendo líder de tu equipo tras 22 cursos no tiene parangón en la historia de la NBA. LeBron.
La grandeza es romperte el ligamento cruzado y antes de decir adiós al partido y al baloncesto por muchos meses, volver a la pista y meter dos tiros libres sin rodilla. Irving.
La grandeza es evolucionar. Es pasar de ver un 0 de 21 en triples a uno de los mejores bases de la historia en su cuarta campaña «porque era alto» a que cuarenta años después un jugador «alto» sea uno de los triplistas más eficientes de la competición con 160 triples anotados y un 43% de acierto. Durant.