Una charla de playoffs 2024
Esta semana no podía haber grabación de podcast. Siendo tiempo de playoffs no nos apetecía quedarnos callados, así que a David Sánchez y a mí se nos ocurrió mantener una charla por escrito durante varios días mientras iban cayendo partidos de primera ronda.
Aquí está el resultado:
Domingo, 28 de abril
Bienvenidos a los NBA Playoffs presentados por Google Pixel y a la primera ronda del Este presentada por ESPN Bet y a los NBA Sundays presentados por Experience Abu Dhabi y al descanso KIA Halftime y…
Elio: Ayer estaba echando unas canastas con mis hijos en el parque. Como buen boomer que soy para ti, David, lo hacía sin apenas saltar y con movimientos precisos y controlados, por aquello de no lesionarme. Ya se sabe que las personas de avanzada edad no pueden cometer excesos por creerse unos jovenzuelos. El caso es que de repente, sin pensarlo, comencé a narrar las jugadas y hacer pases como si yo fuese Jokic. Básicamente lo que hacía eran pases a una mano tipo voleibol, palmeos, rebotes-asistencia y las típicas filigranas de este hombre. Mis hijos se partían de risa porque les recordaba al Nikola de verdad.
Fast forward a hoy por la mañana. Se levantan de la cama, ven el resumen del cuarto choque entre Lakers y Nuggets y en alguna jugada de ese tipo, de las que te dan vueltas a la cabeza por su sencillez y calidad extrema, vuelven a sonreír recordando lo de ayer. ¡Jokic! ¡The Joker! ¿Quién hace pases así en la NBA actual? Jamás hemos visto un pívot con tanta calidad. Se han salvado de la barrida los Lakers y LeBron, pero de quien me apetecía escribir era de Jokic porque me tiene fascinado. ¿Solo los boomers le imitamos en las canchas o también la gente joven?
David: Fíjate Elio, a mí también me tocó calzarme las zapatillas en la tarde de ayer. Pero, jugándonos las habichuelas por una clasificación a playoffs, me vi imitando a Jarred Vanderbilt. Por mucho que en mis pies hubiese unas KD. Me imagino algún día pudiendo mirarme en el espejo de las superestrellas jugando con mis hijos o sobrinos. De momento se impone el pragmatismo. Echo de menos a Vanderbilt, y los Lakers, jadeando tras los bloqueos que va sorteando Jamal Murray, también.
No creo que sea cosa de boomers. No hay niño que se pueda resistir a gritar "Kobe!" cuando lanza un tiro desequilibrado. Ya sea con un balón, una pelota de papel o la cáscara de un plátano. Yo fui uno más de esos antes siquiera de ver un solo partido de Bryant. Sin embargo, cuando empecé a jugar de verdad a quien más me daba por mirar era a Magic y Ricky. Quizás ahora mi modelo a seguir sería el bueno de Nikola Jokic, aunque la cualidad que más me gustaría que me prestase es su capacidad para mantener las revoluciones bajas en cualquier momento. He pasado muchos años diciendo que Kevin Durant es el jugador más injusto de la NBA, pero que un tipo te gane una y otra vez con la aparente sencillez con la que lo hace el serbio debe ser desquiciante. Ayer no pudo, pero no creo que se le escapen muchos más a ese nivel. Juega en su propia categoría.
Elio: Una categoría en la que a veces parece estar o rozar Joel Embiid, sobre todo cuando juega contra equipos de medio pelo. Pero ahora ni una cosa ni otra, porque ni él está bien ni los Knicks son un sparring. Veo a Embiid mal. Muy afectado física y psicológicamente. Metió 50 puntos el jueves, pero en el Game 4 lo único que ha transmitido ha sido sufrimiento; la parálisis facial le está afectando a todos los niveles, al menos esa es mi sensación.
Y de piernas, pues lo que vemos. En ataque a veces duda. En defensa los jugadores de los Knicks le buscan una y otra vez cerca del aro, sin miedo alguno. Que estamos hablando de un jugador de al menos 213 centímetros sin contar la mata de pelo que tiene. A por él ha ido Brunson sin descanso.
David: Llevo todo el año diciendo que habría que sacar la estadística de los partidos que gana el equipo local con horario de tarde europea. Pero la caraja no afecta a los Knicks de Tom Thibodeau. No sé si recuerdo un equipo en el que el esfuerzo sin conocimiento represente porcentaje mayor de su línea genética. En esta serie lo está personificando mejor que nadie Josh Hart, que con Mitchell Robinson en la enfermería e Isaiah Hartenstein con problemas de faltas se olvidó de levantar 1,93 metros del suelo para perseguir cada rebote como si su vida de ello dependiera. Jalen Brunson ha llegado a la serie y Philly ha dejado de tener un plan específico para él. Traducción: 47 puntos y récord histórico de New York en playoffs. Ojalá haberlo visto en el Madison.
Recojo tu visión sobre Embiid. No está bien, los 50 vienen sobre todo de un absurdo acierto exterior sin apenas moverse de esa cabecera que ahora ocupa por defecto. Aun así, los Sixers siguen ganando sus minutos en cancha (+14, +3, +16, +1), pero me temo que sin un Joel que produzca cerca del punto por minuto no hay muchos escenarios en los que Philadelphia pueda sacar tajada. Más que su defensa, se nota la incapacidad de repetir esfuerzos para luchar contra los cazas que atacan su zona a cada rebote.
Y si al camerunés-francés-estadounidense le notamos al ralentí, lo de Kawhi Leonard era hasta doloroso. En el segundo y tercer partido el cyborg condicionó una serie como hacía tiempo que no se le recordaba. Aunque esta vez para mal. Faltísimo de ritmo, comprometiendo el espacio y la fluidez ofensiva, quedándose con el atacante menos habilidoso en el otro lado… Me hace dudar de si saltó a jugar simplemente como señuelo. Fue desaparecer de la convocatoria y volver a respirar James Harden y Paul George. Vaya primera parte de los dos el domingo. PG sí tiene estos arrebatos anotadores de vez en cuando, pero que La Barba esté castigando tantísimo en aclarado de forma consistente e incluso cuando vienen mal dadas es una grata sorpresa.
Dallas no encontró respuesta hasta que le dio por caer en la cuenta de que tienen a uno de los anotadores más talentosos del mundo en plantilla. Algo ha cambiado en la mentalidad de Kyrie, porque el partido de los Mavs es totalmente suyo en lo anímico. Lección de contagiar una actitud a base de canastas imposibles. Mientras Luka Doncic penaba por sus rodillas y volvía a sus infantiles costumbres con los árbitros, Irving anotaba de forma funcionarial. Incansable en lo extraordinario. No quiero dejar este partido sin pegarle el palo a Jason Kidd, que ve cómo en el último cuarto están matando a Luka en aclarados y tarda dos tiempos muertos en idear algo para ocultarle. Tropelía similar a que Dereck Lively no acabe el partido en pista.
Elio: Lo de Kidd es de traca. Partido para poner el 3-1 en tu casa. Era un paso de gigante ante un rival al que no se le pueden conceder oportunidades. Pues sale con el equipo dormido, le otorga a Doncic un peso excesivo tanto en ataque como en defensa a pesar del mal estado físico en el que se encuentra y asiste atónito al baño de los Clippers durante el primer tiempo casi como si lo que estaba ocurriendo no fuese con él. Esta serie ahora es una eliminatoria a tres partidos y dos de ellos serán —porque nos vamos al Game 7, ¿verdad?— en Los Ángeles.
No quiero despedirme del día sin volver a Philadelphia para comentar dos cosas. Primera: Jalen Brunson cada día es mejor. No sé cuánto va a durar su prime (que sea un jugador pequeño le penalizará su vigencia física a largo plazo), pero los Knicks han cantado bingo. Segunda: me ha llamado mucho la atención, pero mucho, la invasión de aficionados Knicks en las gradas de Philadelphia. Se han comido a los locales.
Lunes 29 de abril
David: Hablabdo de comer Elio, estos días me he acordado mucho de la cuenta de Twitter de Timberwolves Brasil. Sé que tú (sabiamente) ya no visitas demasiado los dominios de Elon Musk, pero aquello era una de las cuentas más desquiciadas de cualquier red social. Aquí el ejemplo. Para compensarlo hemos tenido a Anthony Edwards y un compendio de jugadas y vaciles para llenar una pinacoteca. El trash talk con Durant en el primer encuentro, el gesto obsceno a lo Triple H en el tercero y la icónica rueda de prensa con Karl-Anthony Towns. “Cuando no está metido en problemas de faltas este c**** sabe tirar”.