Yo estoy en proceso de desintoxicación de redes desde hace tiempo. He decidido ver lo que me interese y lo que yo elija y hacer cosas más productivas que deslizar hacia abajo en un teléfono (como dedicarme a un hobby que me guste, salir a pasear y cenar, etc.). Vivo más feliz desde entonces.
La mejora emocional y física que experimentan las personas que abandonan el ciclo de dosis de dopamina constante que producen las redes es altísima. De hecho mucha gente lamenta que sea casi imposible plantearse la vida sin smartphone, porque ahí radica uno de los principales problemas actuales, de la adicción que producen ciertas apps que podemos llevar en el bolsillo en todo momento.
Me encanta tu reflexión sobre si hablamos o nos interesamos por lo que realmente nos interesa o lo hacemos inadvertidamente porque es donde nos dirige el algoritmo (o más bien quien está detrás de él)
Muy recomendables los dos últimos episodios de Salvados en La Sexta hablando de las redes sociales y lo que tienen que soportar los moderadores de las mismas.
Yo me salvo en una gran parte de todas esas porquerías. Ni me instalo apps en el movil ni tengo redes sociales. WhatsApp y poco más, aunque eso suponga no instalar Discord en el teléfono para charlar con vosotros. Y es lo que dices, yo así vivo bastante a gusto, pero no sé cual será la diferencia al dejarlo porque nunca he estado metido en eso.
Lo que sí tengo claro es que es lamentable lo que veo a mi alrededor cada vez que monto en Metro, gente mirando hacia abajo usando el pulgar. En un par de décadas gente miope, con chepa y sin capacidad para socializar con seres humanos cara a cara. De momento la juventud ya no quiere ni hablar por teléfono porque les produce ansiedad, si les pasa eso por teléfono, imaginate en persona. Y cada vez va a peor.
Espero que esta dinámica tan tóxica para la gente pegue un cambio de 180 grados en algún momento.
La dinámica solo empezará a cambiar un poco cuando los menores tengan prohibido de verdad acceder a todas estas apps adictivas. Pero dará más o menos igual si cuando cumplan 18 entran en la rueda sin control. Es necesario concienciar, educar, autocontrol, apps que fuercen el autocontrol, etcétera. Es una pena en lo que se ha convertido el mundo con todo esto.
Yo estoy en proceso de desintoxicación de redes desde hace tiempo. He decidido ver lo que me interese y lo que yo elija y hacer cosas más productivas que deslizar hacia abajo en un teléfono (como dedicarme a un hobby que me guste, salir a pasear y cenar, etc.). Vivo más feliz desde entonces.
La mejora emocional y física que experimentan las personas que abandonan el ciclo de dosis de dopamina constante que producen las redes es altísima. De hecho mucha gente lamenta que sea casi imposible plantearse la vida sin smartphone, porque ahí radica uno de los principales problemas actuales, de la adicción que producen ciertas apps que podemos llevar en el bolsillo en todo momento.
Me encanta tu reflexión sobre si hablamos o nos interesamos por lo que realmente nos interesa o lo hacemos inadvertidamente porque es donde nos dirige el algoritmo (o más bien quien está detrás de él)
El algoritmo se ha convertido en satán.
Muy recomendables los dos últimos episodios de Salvados en La Sexta hablando de las redes sociales y lo que tienen que soportar los moderadores de las mismas.
Yo me salvo en una gran parte de todas esas porquerías. Ni me instalo apps en el movil ni tengo redes sociales. WhatsApp y poco más, aunque eso suponga no instalar Discord en el teléfono para charlar con vosotros. Y es lo que dices, yo así vivo bastante a gusto, pero no sé cual será la diferencia al dejarlo porque nunca he estado metido en eso.
Lo que sí tengo claro es que es lamentable lo que veo a mi alrededor cada vez que monto en Metro, gente mirando hacia abajo usando el pulgar. En un par de décadas gente miope, con chepa y sin capacidad para socializar con seres humanos cara a cara. De momento la juventud ya no quiere ni hablar por teléfono porque les produce ansiedad, si les pasa eso por teléfono, imaginate en persona. Y cada vez va a peor.
Espero que esta dinámica tan tóxica para la gente pegue un cambio de 180 grados en algún momento.
La dinámica solo empezará a cambiar un poco cuando los menores tengan prohibido de verdad acceder a todas estas apps adictivas. Pero dará más o menos igual si cuando cumplan 18 entran en la rueda sin control. Es necesario concienciar, educar, autocontrol, apps que fuercen el autocontrol, etcétera. Es una pena en lo que se ha convertido el mundo con todo esto.